Oligofobia: el grave mal de la 4T (parte 2)
Como lo expliqué en mi artículo anterior, combatir la desigualdad es el común denominador que aglutina a la mayoría de quienes abanderan esa entelequia que llaman la “4a transformación”. El grave problema de la 4T es que gobierna más con la retórica que con la realidad. La demagogia es más emoción que razón, por lo mismo, su lucha contra la desigualdad se ha convertido en realidad en una lucha contra el privilegio, más una revancha social, que una búsqueda seria de mecanismos y herramientas para repartir mejor la riqueza. Cuando un gobierno empieza una persecución contra un sector de la sociedad, ya sea por su condición étnica, de creencia, de clase o de militancia política, eso, tarde o temprano, acaba trágicamente. Nuestro gobierno está iniciando una persecución contra un sector social al que identifican con el privilegio. Las revoluciones ---y la 4T pretende serlo--- siempre tienen un grupo social al que dirigen su ira, culpándolos de los grandes males nacionales, con ello, justifican la destrucción de todo para construirlo de nuevo, que es el propósito de toda revolución.