Ser buen samaritano no es tan difícil
Jesús quiere que los cristianos seamos buenos samaritanos, como el de la parábola que Él puso al doctor de la Ley, según el evangelio de San Lucas (10, 27-37). El buen samaritano ayudó al hombre asaltado y golpeado que encontró en el camino. Este hombre “practicó la misericordia con él”, si, y Jesús dijo que hagamos lo mismo.